Ninguna otra tendencia dietética ha experimentado una explosión de popularidad como la dieta keto, pero ¿es realmente segura para todo el mundo? La singularidad y el rigor de este estilo de alimentación han hecho que muchos expertos se cuestionen su validez y lo saludable que es realmente este enfoque para determinadas poblaciones.
Para ayudarle a conocer los hechos, hemos recurrido a la ciencia. Estas son las principales cosas que debe saber en lo que respecta a su salud y a la dieta keto.
¿Qué es una dieta keto y cómo funciona?
Una dieta keto es una dieta muy baja en carbohidratos, con una ingesta de carbohidratos normalmente del 5% de las calorías o menos.
Al restringir los carbohidratos a niveles muy bajos y comer altas cantidades de grasas dietéticas, su cuerpo se ve obligado a cambiar a las grasas como su principal fuente de energía. De este modo, se hace más eficiente en el metabolismo y la quema de grasa a través de un proceso llamado cetogénesis.
La cetogénesis es un fenómeno natural bien conocido y da lugar a un estado metabólico denominado cetosis.
Si bien el logro de la cetosis no es técnicamente necesario para que una dieta sea considerada ceto, es un efecto secundario muy deseado por muchos cetómanos. También es el centro de gran parte de la controversia que rodea a los posibles riesgos para la salud de una dieta cetogénica.
¿Por qué la dieta keto tiene una mala reputación?
La dieta keto está mal vista en ciertos círculos por varias razones:
La cetosis se confunde a menudo con la cetoacidosis, una condición peligrosa que se produce en los diabéticos. Pero estos dos no son la misma cosa y es extremadamente raro que la cetosis se convierta en una amenaza para la vida en adultos sanos sin diabetes.
La ceto-gripe es lo que algunas personas llaman los efectos secundarios desagradables que muchas personas experimentan al comenzar la dieta cetogénica, incluyendo el mal aliento, los cambios de humor y la fatiga. Aunque no son sensaciones deseables para nadie, no son peligrosas y desaparecen cuando el cuerpo se adapta a la dieta.
La cetoacidosis, por otro lado, es una condición muy peligrosa que se presenta con mayor frecuencia en personas con diabetes, y que comúnmente implica dolor abdominal, náuseas, vómitos y a veces confusión, y requiere hospitalización inmediata para solucionarlo.
El énfasis en la alta ingesta de grasas y productos de origen animal lleva a muchos a tener una gran preocupación por la mala nutrición, que incluye un exceso de grasas saturadas, una alta ingesta de carne roja procesada y una ingesta insuficiente de frutas y verduras ricas en nutrientes. Pero la cuestión es que no todos los planes cetogénicos son iguales.
Y es totalmente posible tener una mala nutrición en cualquier plan de alimentación, ¡no sólo en el cetogénico! Teniendo en cuenta que las patatas fritas y los refrescos son técnicamente veganos.
Por último, es probable que la dieta keto no sea lo mejor para todos los atletas y personas activas. La grasa es una valiosa fuente de combustible para muchos atletas de larga distancia y de resistencia, pero la grasa (en forma de cetonas) probablemente no puede alimentar el entrenamiento de alta intensidad y los movimientos explosivos de la misma manera que el azúcar.
Tampoco es el mejor enfoque para la ganancia muscular, teniendo en cuenta que los carbohidratos pueden desempeñar un papel favorable en el crecimiento muscular.
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