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¿Cómo evitar engordar en la cena de nochebuena? Tips

¿Cómo evitar engordar en la cena de noche buena? Tips

Llegan las Navidades y tiembla la báscula: entre la cena de la empresa, los churros de Año Nuevo y el roscón de Reyes, nos pasamos dos semanas de exceso en exceso.

Cuando lo cierto es que muchas de las calorías que sumamos en estos días podríamos evitarlas si pusiésemos un poco de atención y practicásemos un poco de autodisciplina. No consiste en privarse de nada, después de todo, no hay por qué sufrir, pero sí de ser inteligentes para disfrutar de todos los platos ricos de estas fechas sin pasarnos demasiado con las calorías.

Para empezar, estas son las cosas que hacemos cada año en la cena de Nochebuena y que son un error estratégicamente hablando.

1. Picotear mientras cocinas

Un trozo de queso por aquí, otro de jamón por allá... Preparar estas cenas lleva tiempo y esfuerzo, y con tantas cosas ricas a mano ¿quién podría resistirse a darse un premio de vez en cuando?

Pues aunque te cueste, inténtalo, porque es una fuente de calorías en la que a menudo no reparamos pero que no es menor, y que hará que cuando te sientes a cenar, ya tengas el estómago medio lleno.

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Picotear mientras cocinas

2. Arrasar durante la espera

Si no tienes tareas asignadas en la cocina, es posible que te pases un rato merodeando en torno a la mesa hasta que llegue el momento de sentarte, y mientras tanto, vayas echando mano a los frutos secos o las aceitunas que alguien haya puesto allí para amenizar la espera (por cierto, aquí te contamos 47 aperitivos saludables para esta Nochebuena.

Contrólate. Arrasar con los frutos secos (y con toda su sal) es otra forma de añadir calorías a la cena, y si te dan sed y la sacias con bebidas alcohólicas, todavía más. No decimos que no piques un poco, pero trata de evitar la estrategia de sentarte junto a la fuente y no dejar ni las migas.

2. Arrasar durante la espera

3. Hablando de alcohol..

La cervecita de antes, el vino de mientras, el champán de después y para terminar, unas copas... Si te bebes todo el alcohol que te pasen por delante, terminarás sumando un montón de calorías innecesarias a una cena ya de por sí calórica.

De nuevo, no te decimos que te abstengas totalmente (aunque debes saber que el alcohol, por poco que sea, es perjudicial para la salud), pero sí que te moderes, que intercales bebidas alcohólicas con otras no alcohólicas, como el agua, para mantenerte hidratado sin sumar tantas calorías.

Alcohol

4. Hincharte a refrescos

Quizá te vaya menos el alcohol y más los refrescos. Total, un día es un día, ¿no?

Ojito. Los refrescos tienen una enorme cantidad de azúcar, así que simplemente bebiéndote una lata estás sumando muchas calorías que apenas te aportan nada más. En serio, concéntrate en el agua (o en cualquiera de estas otras alternativas).

Y si llegas a las copas, recuerda que mezclando alcohol con refresco estás haciendo un combo mortal de calorías. Si quieres mezclar, intenta que sea con refrescos con edulcorantes, que no son inocuos, pero tienen menos calorías.

Refresco

5. Picotear sin servirte en tu plato

Tenedor en mano enganchas un poco de esto, un poco de aquello y un bocadito de lo de más allá. Como resultado, en 20 minutos te has puesto hasta arriba de comer y apenas te has dado cuenta. Y todavía falta el primer plato, el segundo y hasta el postre.

Dedica unos segundos a decidir qué te apetece probar y, sobre todo, sírvetelo en tu plato. Así evitarás el picoteo descontrolado que no solamente te suma calorías, sino que puede aguarte la cena haciendo que te sientas empachado antes de tiempo.

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Hincharte a refrescos

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